La búsqueda por verse de un modo único y crear nuestro propio estilo, más las ideas de reciclar y reutilizar prendas, hace día con día que mas personas se unan al “maravilloso mundo de lo vintage”.
Las últimas dos décadas, las piezas vintage se han ganado un papel sumamente importante para aquellas personas para las que vestirse es prácticamente un arte.
Una prenda vintage siempre mostrará oculta en sus costuras una historia, o así es como lo veo yo; el reflejo de la época y de las personas que lo usaron en ese entonces. Sumándole, obviamente, la apariencia clásica y sofisticada, materiales que ya no vemos hoy en día, etc.
Conocí a Aideé en la secundaria, siempre fue muy linda. Nunca tuve gran cercanía con ella después de la escuela, pero las ocasiones en las que la encontraba, siempre llamó mi atención su forma de vestir. Y es que Aideé es de esas chicas que no buscan ser “fashionistas”, sino que simplemente encuentra en el vestir una forma de expresión.
Aideé encontró un vestido en el closet de su madre, en realidad no se de que años sea la prenda, pero mi tarea fue adaptarlo al cuerpo y al estilo de Aideé; lo hice más corto, le quité las mangas y con eso se adaptó perfecto al desayuno que atendería mi amiga.
Aideé encontró un vestido en el closet de su madre, en realidad no se de que años sea la prenda, pero mi tarea fue adaptarlo al cuerpo y al estilo de Aideé; lo hice más corto, le quité las mangas y con eso se adaptó perfecto al desayuno que atendería mi amiga.
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